Nuestro recorrido por las Repúblicas Bálticas nos llevó a Estonia, la tercera de estas repúblicas.
TORRE DE LA IGLESIA DE LA CÚPULA |
Estonia,
en
estonio: Eesti Vabarik, es una república báltica situada en el
norte de Europa que en 2004 entró a formar parte de la Unión
Europea. Limita
al sur con Letonia, al este con Rusia, al norte con el golfo de
Finlandia y al oeste con el mar Báltico.
Es
un pequeño país en extensión, pero muy rico en bellezas naturales,
lo que hace que cada vez más atraiga a turistas de todo el mundo.
Los visitantes buscan aparte del turismo cultural, la naturaleza y el
turismo ecológico.
Todo
el territorio es muy verde, hay más de mil lagos, parques naturales
y el bosque ocupa la mitad del país. Tampoco hay que olvidar las
aldeas
medievales pobladas de edificios de interés histórico , donde se
puede disfrutar de la forma de vida de antaño.
Durante
el verano el cielo es azul y la temperatura puede alcanzar los 30ºC,
aunque la temperatura media es 16°C. En verano hay hasta 19 horas de
luz, lo que se conoce como «noches blancas».
En
primavera y otoño puede llover ligeramente. Nosotros viajamos en
otoño y usamos casi cada día paraguas y un impermeable. En
invierno, la lluvia se convierte en nieve.
En
cuanto a la gastronomía se puede disfrutar de una cocina
internacional y de fusión a precios muy económicos; un verdadero
festín cuesta la mitad de lo que vale en otras capitales europeas.
La cocina medieval es algo que no se puede olvidar. Hay muchos platos
elaborados con venado, oso, jabalí y ciervo asado, en paté o en
forma de salchichas. Los amantes de la cerveza también estarán
contentos porque hay gran variedad y de buena calidad.
TALLIN,
CAPITAL DE ESTONIA
Nada
más llegar a Tallinn
intuyes que es una ciudad encantadora, ni grande ni pequeña, ni
antigua ni moderna, ni lujosa ni sencilla. O mejor sí , es todas
estas cosas a la vez según como la ven los ojos de los viajeros. A
mi me pareció una de las ciudades más bonitas de Europa.
Teníamos
solamente tres días para conocerla y sería difícil abarcarla en su
totalidad; por eso decidimos que merecía la pena visitar a fondo su
casco histórico que es Patrimonio de la Humanidad desde 1997.
El
casco histórico de Tallinn
está
dividido en dos barrios: la ciudad alta que es un poco más antigua y
la ciudad baja.
Tan
pronto se inicia el recorrido te invade la sensación de verte
transportado al pasado, a una auténtica ciudad del medievo porque
las murallas y torres la abrazan mientras recibe la brisa del Mar
Báltico.
Sinceramente,
parece la portada de un cuento de príncipes, hadas y princesas...
cada calle, cada casa, cada torre. Sólo faltaba una bruja volando en
su escoba sobre nuestras cabezas.
Los
orígenes de esta ciudad la sitúan en el siglo IX, pero no consiguió
destacar hasta que fue uno de los puertos principales del Báltico
cuando la Liga Hanseática ( organización comercial más importante
de la Edad Media) recabó en ella. Rápidamente su puerto se
convirtió en uno de los más importantes del Báltico.
En
el siglo XV se construyeron edificios altos con los característicos
tejados
de tejas naranjas a dos aguas, con cubiertas verdes de cinc, grises
de pizarra, rojizos... que
vemos en edificios de toda la ciudad antigua. Desde entonces
Tallinn siempre ha mantenido esa imagen romántica que tanto
atrae a los viajeros.
PUERTA DE VIRU |
Nuestro
hotel estaba cerca de una de las entradas al casco viejo: la
Puerta de Viru. Nada más cruzarla, al amparo de dos torreones
del siglo XIV, creí estar dentro de una novela de los caballeros de
la corte del rey Arturo.
PLAZA DEL AYUNTAMIENTO |
Seguimos
por la calle Viru que es una de las más famosas y bulliciosas del
casco antiguo, está llena de tiendas y restaurantes, y lleva a la
Plaza del Ayuntamiento (Raecoja
Plats).
Por
fin estaba en el corazón de otra de estas hermosas ciudades. Toda la
plaza es adoquinada y en suave pendiente, rodeada de edificios
notables con colores suaves en sus fachadas. En la Edad Media fue la
plaza del mercado.
AYUNTAMIENTO DE TALLINN |
El
Ayuntamiento, del siglo XIV, es la única edificación de
estilo gótico que se conserva en el norte de Europa. Tiene una torre
octogonal con una veleta que es la figura de un soldado medieval ( el
Viejo Tomás) convertida en símbolo de la ciudad.
Esta
plaza es ideal para cenar, comer o tomar algo en algunas de las
abundantes terrazas; en invierno hay calefacción exterior y
mantitas.
FARMACIA MÁS ANTIGUA DE EUROPA |
En
una esquina se encuentra la Farmacia en funcionamento más antigua
de Europa, ( Raeapteek), dicen que del 1422.
En
los alrededores de la plaza, paseando entre las callejuelas, está
uno de los monumentos que más me gustaron: la Iglesia del
Espiritu Santo, luterana,
llamada “la iglesia de los pobres” que conserva en su
sencilla fachada encalada un reloj en tonos azules y dorados, el más
antiguo de Tallinn.
IGLESIA DEL ESPÍRITU SANTO |
Se
puede hacer un alto en el camino y tomar un chocolate en la famosa
fábrica de chocolates y mazapanes Kalev, una experiencia
inolvidable.
FAMOSA CHOCOLATERÍA KALEV |
Muy
cerca encontraremos la Iglesia gótica de San Nicolás
(Niguliste kirik) dedicada al patrón de los pescadores y navegantes;
y la iglesia bautista de San Olaf con su espectacular torre de
124 m. de altura.
TORRE DE LA IGLESIA DE SAN OLAF |
Y
llegamos a uno de los lugares más fotografiados de la ciudad: el
Pasaje de Santa Katerina. Es la
representación más clara de lo que era la Edad Media en Tallinn.
Todavía guarda los detalles de entonces: la piedra en las paredes,
los arcos, las tiendas. Ha sido restaurada y luce en todo su
esplendor. Había sido hogar y lugar de trabajo de muchos artesanos y
comerciantes del medievo. Actualmente sólo queda un par de tiendas
y el resto son restaurantes.
PASAJE DE SANTA KATERINA |
La
unión entre la ciudad alta y la ciudad baja era a través de dos
calles que dicen tener forma de pierna y familiarmente se conocen
como pata larga y pata corta.
Era
hora de disfrutar de una hermosa panorámica de Tallinn
y sacar la mejor foto de
la ciudad.
Subimos
a la colina de Toompea,
en la parte alta, donde se encuentra el castillo y el mirador
Patkuli. Desde allí se
pueden contemplar los distintos tonos de la ciudad cargada de
torreones y casitas de cuento regadas por la luz del sol.
Cerca
vimos el Castillo que edificaron los daneses hace ocho siglos de
fachada clásica e interiores medievales.
CASTILLO Y MURALLAS |
|
Delante
mismo, la Catedral
Alexander Nevsky
mostrando sus cúpulas negras coronadas por cruces doradas tal como
la encargó construir el zar Alejandro III en 1894.
Según
la leyenda, la colina en la que hoy en día se asienta la ciudad alta
no es fruto de la naturaleza, sino que se construyó como tumba al
héroe nacional Alejandro Nevsky. Esta catedral es Patrimonio de la
Humanidad (como lo es toda la ciudad alta) y posee la cúpula más
grande de todas las catedrales ortodoxas.
CATEDRAL ALEXANDER NEVSKY |
Volví
al mirador y desde allí dije adiós al sueño báltico.