diumenge, 11 de març del 2018

TALLINN LA CAPITAL DE ESTONIA


Nuestro recorrido por las Repúblicas Bálticas nos llevó a Estonia, la tercera de estas repúblicas.

TORRE DE LA IGLESIA DE LA CÚPULA


Estonia, en estonio: Eesti Vabarik, es una república báltica situada en el norte de Europa que en 2004 entró a formar parte de la Unión Europea. Limita al sur con Letonia, al este con Rusia, al norte con el golfo de Finlandia y al oeste con el mar Báltico.

Es un pequeño país en extensión, pero muy rico en bellezas naturales, lo que hace que cada vez más atraiga a turistas de todo el mundo. Los visitantes buscan aparte del turismo cultural, la naturaleza y el turismo ecológico.
Todo el territorio es muy verde, hay más de mil lagos, parques naturales y el bosque ocupa la mitad del país. Tampoco hay que olvidar las aldeas medievales pobladas de edificios de interés histórico , donde se puede disfrutar de la forma de vida de antaño.

Durante el verano el cielo es azul y la temperatura puede alcanzar los 30ºC, aunque la temperatura media es 16°C. En verano hay hasta 19 horas de luz, lo que se conoce como «noches blancas».
En primavera y otoño puede llover ligeramente. Nosotros viajamos en otoño y usamos casi cada día paraguas y un impermeable. En invierno, la lluvia se convierte en nieve.

En cuanto a la gastronomía se puede disfrutar de una cocina internacional y de fusión a precios muy económicos; un verdadero festín cuesta la mitad de lo que vale en otras capitales europeas. La cocina medieval es algo que no se puede olvidar. Hay muchos platos elaborados con venado, oso, jabalí y ciervo asado, en paté o en forma de salchichas. Los amantes de la cerveza también estarán contentos porque hay gran variedad y de buena calidad.







TALLIN, CAPITAL DE ESTONIA

Nada más llegar a Tallinn intuyes que es una ciudad encantadora, ni grande ni pequeña, ni antigua ni moderna, ni lujosa ni sencilla. O mejor sí , es todas estas cosas a la vez según como la ven los ojos de los viajeros. A mi me pareció una de las ciudades más bonitas de Europa.
Teníamos solamente tres días para conocerla y sería difícil abarcarla en su totalidad; por eso decidimos que merecía la pena visitar a fondo su casco histórico que es Patrimonio de la Humanidad desde 1997.


El casco histórico de Tallinn está dividido en dos barrios: la ciudad alta que es un poco más antigua y la ciudad baja.
Tan pronto se inicia el recorrido te invade la sensación de verte transportado al pasado, a una auténtica ciudad del medievo porque las murallas y torres la abrazan mientras recibe la brisa del Mar Báltico.
Sinceramente, parece la portada de un cuento de príncipes, hadas y princesas... cada calle, cada casa, cada torre. Sólo faltaba una bruja volando en su escoba sobre nuestras cabezas.



Los orígenes de esta ciudad la sitúan en el siglo IX, pero no consiguió destacar hasta que fue uno de los puertos principales del Báltico cuando la Liga Hanseática ( organización comercial más importante de la Edad Media) recabó en ella. Rápidamente su puerto se convirtió en uno de los más importantes del Báltico.
En el siglo XV se construyeron edificios altos con los característicos tejados de tejas naranjas a dos aguas, con cubiertas verdes de cinc, grises de pizarra, rojizos... que vemos en edificios de toda la ciudad antigua. Desde entonces Tallinn siempre ha mantenido esa imagen romántica que tanto atrae a los viajeros.

PUERTA DE VIRU

Nuestro hotel estaba cerca de una de las entradas al casco viejo: la Puerta de Viru. Nada más cruzarla, al amparo de dos torreones del siglo XIV, creí estar dentro de una novela de los caballeros de la corte del rey Arturo.


PLAZA DEL AYUNTAMIENTO



Seguimos por la calle Viru que es una de las más famosas y bulliciosas del casco antiguo, está llena de tiendas y restaurantes, y lleva a la Plaza del Ayuntamiento (Raecoja Plats).
Por fin estaba en el corazón de otra de estas hermosas ciudades. Toda la plaza es adoquinada y en suave pendiente, rodeada de edificios notables con colores suaves en sus fachadas. En la Edad Media fue la plaza del mercado.

AYUNTAMIENTO DE TALLINN

El Ayuntamiento, del siglo XIV, es la única edificación de estilo gótico que se conserva en el norte de Europa. Tiene una torre octogonal con una veleta que es la figura de un soldado medieval ( el Viejo Tomás) convertida en símbolo de la ciudad.
Esta plaza es ideal para cenar, comer o tomar algo en algunas de las abundantes terrazas; en invierno hay calefacción exterior y mantitas.

FARMACIA MÁS ANTIGUA DE EUROPA


En una esquina se encuentra la Farmacia en funcionamento más antigua de Europa, ( Raeapteek), dicen que del 1422.
En los alrededores de la plaza, paseando entre las callejuelas, está uno de los monumentos que más me gustaron: la Iglesia del Espiritu Santo, luterana, llamada “la iglesia de los pobres” que conserva en su sencilla fachada encalada un reloj en tonos azules y dorados, el más antiguo de Tallinn.


IGLESIA DEL ESPÍRITU SANTO

Se puede hacer un alto en el camino y tomar un chocolate en la famosa fábrica de chocolates y mazapanes Kalev, una experiencia inolvidable.


FAMOSA CHOCOLATERÍA KALEV

Muy cerca encontraremos la Iglesia gótica de San Nicolás (Niguliste kirik) dedicada al patrón de los pescadores y navegantes; y la iglesia bautista de San Olaf con su espectacular torre de 124 m. de altura.

TORRE DE LA IGLESIA DE SAN OLAF


Y llegamos a uno de los lugares más fotografiados de la ciudad: el Pasaje de Santa Katerina. Es la representación más clara de lo que era la Edad Media en Tallinn. Todavía guarda los detalles de entonces: la piedra en las paredes, los arcos, las tiendas. Ha sido restaurada y luce en todo su esplendor. Había sido hogar y lugar de trabajo de muchos artesanos y comerciantes del medievo. Actualmente sólo queda un par de tiendas y el resto son restaurantes.

PASAJE DE SANTA KATERINA



La unión entre la ciudad alta y la ciudad baja era a través de dos calles que dicen tener forma de pierna y familiarmente se conocen como pata larga y pata corta.



Era hora de disfrutar de una hermosa panorámica de Tallinn y sacar la mejor foto de la ciudad.



Subimos a la colina de Toompea, en la parte alta, donde se encuentra el castillo y el mirador Patkuli. Desde allí se pueden contemplar los distintos tonos de la ciudad cargada de torreones y casitas de cuento regadas por la luz del sol.
Cerca vimos el Castillo que edificaron los daneses hace ocho siglos de fachada clásica e interiores medievales.

CASTILLO Y MURALLAS

CASTILLO Y MURALLAS

Delante mismo, la Catedral Alexander Nevsky mostrando sus cúpulas negras coronadas por cruces doradas tal como la encargó construir el zar Alejandro III en 1894.
Según la leyenda, la colina en la que hoy en día se asienta la ciudad alta no es fruto de la naturaleza, sino que se construyó como tumba al héroe nacional Alejandro Nevsky. Esta catedral es Patrimonio de la Humanidad (como lo es toda la ciudad alta) y posee la cúpula más grande de todas las catedrales ortodoxas.

CATEDRAL ALEXANDER NEVSKY




Volví al mirador y desde allí dije adiós al sueño báltico.





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